Categorías
ARTÍCULOS

Alimentación en el cáncer

Cuidar lo que comemos siempre es importante, pero la buena nutrición es especialmente importante en las personas con cáncer. El objetivo es conseguir un buen estado nutricional y físico para tolerar mejor el tratamiento. 

Cuando nos diagnostican una enfermedad como el cáncer, enseguida buscamos en Internet información sobre cómo sobrellevarla de la mejor manera posible. Sin embargo cada persona y el tratamiento de la enfermedad son diferentes.  Por eso es fundamental seguir los consejos de tu médico sobre lo que te conviene.  

Las recomendaciones sobre tu  alimentación deben proceder del equipo que te está tratando y también es muy aconsejable que acudas a un Dietista-nutricionista. 

ALIMENTACIÓN RICA EN NUTRIENTES ESENCIALES

Las recomendaciones dietéticas para las personas con cáncer son muy parecidas a las de la población general, pero hay que adaptarlas según tus síntomas  o los efectos secundarios de los tratamientos que recibes.  

Una buena alimentación puede ayudarte a suavizar los efectos del tratamiento

La alimentación debe proporcionar todos los nutrientes esenciales, pero también puede ayudarte a mantener un peso adecuado, tolerar mejor el tratamiento y sus efectos secundarios y a mantener tu calidad de vida

Evita las dietas de moda que eliminan algunos grupos de alimentos, ya que pueden empeorar tu estado nutricional y de ánimo. 

La dieta debe ser equilibrada y variada. También es importante elegir bien las técnicas culinarias.

LO QUE PUEDES COMER

1.Frutas y verduras frescas a diario. 

Son fuente de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.

-Prioriza frutas enteras y las verduras que más te gusten y toleres. 

Cocidas son más digestivas y las comerás mejor si tienes poco apetito o sufres de molestias digestivas.

-Prueba las frutas en compota, combinadas con yogur, en tostadas o en batido

2. Proteínas suficientes

-Prioriza las legumbres, huevos, pescados y carnes magras como fuente de proteínas.

-Entre horas puedes tomar tentempiés proteicos como frutos secos naturales,  queso fresco o hummus.

3. Hidratos de carbono de calidad

Que no falten en tu dieta cereales (arroz, avena, mijo, trigo) y sus derivados (pan, pasta, harinas), legumbres y tubérculos (patata, batata), mejor en versión integral, salvo si tienes alguna contraindicación o padezcas molestias digestivas. 

4. Aceite de oliva para cocinar y aliñar 

Prefiere las cocciones sencillas (vapor, horno, plancha), con pocos condimentos y grasa. 

5. Una buena hidratación

Es muy importante que bebas suficiente agua. También puedes tomar otros líquidos como infusiones, caldos de verduras o aguas aromatizadas.

– Puedes aromatizar tu agua añadiendo trocitos de limón, hojas de menta o hierbabuena, etc. 

LO QUE DEBES EVITAR

1. Azúcar y alimentos muy procesados

Los refrescos azucarados, la bollería, galletas, patatas fritas, etc. Son alimentos muy calóricos, ricos en grasas y azúcares y pobres en nutrientes. 

2. Bebidas alcohólicas Conviene que las evites durante y después del tratamiento. Se ha demostrado que el alcohol aumenta el riesgo de algunos cánceres. 

Y SI APARECEN LOS EFECTOS SECUNDARIOS

Quizás te ayuden estos consejos: 

-Si tienes molestias digestivas, reparte la ingesta en varias tomas y come los alimentos que más te gusten y te sienten mejor.

-Si tienes dificultad para tragar (disfagia), recurre a  purés y batidos. Procura que sean nutritivos, con alimentos naturales y apetecibles. 

Si necesitas asesoramiento nutricional personalizado y quieres que sea yo tu nutricionista, reserva tu consulta escribiendo un email a:

consulta@alejandramatamoros.com

o llamando al: 

+34 613 025 048

Sígueme en Instagram @amfnutricion y en Facebook AMF Nutrición desde donde comparto recetas y consejos de alimentación saludable. 

Categorías
ARTÍCULOS

La dieta de preparación a la colonoscopia

Sobre el hecho de que puede salvar vidas, no caben dudas. Una colonoscopia es un examen crucial para el diagnóstico precoz del cáncer de colon, aunque no solo. Antes de realizarla, sin embargo, es necesario someterse a una preparación que tiene como objetivo el vaciamiento y la limpieza del órgano que se va a explorar. 

Este paso no debe ser visto como un molesto preámbulo, sino como una parte del mismo examen diagnóstico.

Si no se respeta puede comprometer el éxito de la prueba, impidiendo al especialista obtener un cuadro completo del estado de salud del colon, hasta el punto de requerir una nueva efectuación. 

Hoy en día prepararse a una colonoscopia es más fácil que en el pasado. La dieta puede modificarse incluso 24 horas antes de la prueba y el volumen de laxantes que hay que consumir en la vigilia es bastante menor de lo que era hace unas décadas. Por lo tanto, las molestias para los pacientes han disminuido, a los que de cara al examen se les exige seguir una dieta pobre en alimentos de origen vegetal, y sobre todo, beber mucha agua.

La preparación en la mesa consta de tres momentos: uno de acercamiento (de 5 a 2 días antes), uno que concierne las elecciones que cumplir el día antes de la prueba, y un último relativo a las horas inmediatamente precedentes a la colonoscopia (el mismo día).

La preparación se completa bebiendo la última dosis de laxante (la cantidad depende del producto que se emplee: consulta siempre a tu especialista). Está permitido desayunar, pero sólo en forma de líquidos. Puedes, por lo tanto, beber una tacita de café o un vaso de té. 

Qué comer los días antes (de 3 a 5) del examen 

Alimentos permitidos: pan, pasta y arroz blancos, carne, pescado, quesos, patatas sin piel, bebidas sin fibra, vino.

Alimentos no permitidos: verdura, fruta, pan, pasta y arroz integrales, salvado, salsas de verduras (por ejemplo pesto, salsa de tomate o tomates pelados), zumos de fruta. 

Qué comer el día antes del examen: 

Desayuno: té azucarado y/o café.

Comida antes de las 12 horas: 100g de carne blanca (pollo, pavo, conejo) o 150g de pescado.

Desde después de la comida hasta medianoche: caldo en cubo o caldo de carne filtrado, bebidas azucaradas tipo té, manzanilla o agua. 

Desde medianoche hasta el examen: agua.

NOTA: la información de este artículo no puede sustituir a la opinión y las explicaciones de tu médico. 

Categorías
ARTÍCULOS

Síndrome del intestino irritable

Síndrome del intestino irritable

Lo padece un 5% de la población y es dos veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. 

El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno del sistema digestivo muy frecuente que padece un 5% de la población y que tiene un gran impacto sobre la calidad de vida de las personas.

Las mujeres se ven afectadas dos veces más que los hombres y se es más propenso a padecerla entre los 20 y los 30 años.

Los síntomas

Las personas que lo sufren suelen tener alguna de estas molestias: dolor abdominal e hinchazón que empeoran o mejoran con la defecación,  diarrea y/o estreñimiento y otros síntomas como ardor de estómago, cansancio, dolores musculares y ansiedad o depresión.

Las causas

El origen no está claro. Puede estar relacionado con nuestra microbiota, con la ingesta de algunos nutrientes como los FODMAPS, con nuestra barrera intestinal, microinflamación del intestino, con una hipersensibilidad y disfunción motora del intestino o nuestra genética.  

Dieta, estilo de vida y estrés

El cambio de hábitos alimentarios y dietéticos y el control del estrés ayudan a mejorar los síntomas de este trastorno digestivo. 

Si es tu caso, es fundamental que busques asesoramiento personalizado a tu caso por un profesional cualificado y con experiencia en el manejo del intestino irritable. 

Algunos consejos generales pueden ser reducir o eliminar de la dieta alimentos muy grasos o fritos, las bebidas como café o té, el cacao, beber suficiente líquido, mantener horarios regulares de comidas y comer despacio y masticando bien. 

¿Te ha resultado útil?

Si decides acudir a un profesional para que te ayude con tu dieta y quieres que sea yo la persona que te acompañe, puedes reservar tu consulta PRESENCIAL en Castellón de la Plana u ONLINE

¡Gracias siempre por leerme!

© 2021. Todos los derechos reservados. | Web desarrollada por valentinallorens design

Categorías
ARTÍCULOS

¿Qué pasa si tengo Helicobacter pylori?

¿Qué pasa si tengo Helicobacter pylori?

Helicobacter pylori es una infección que sufre el 60% de los españoles. Aunque muchas veces no provoca ninguna molestia, produce gastritis crónica y, a la larga, úlceras e incluso cáncer gástrico.  

Helicobacter pylori es una bacteria que suele vivir en el estómago. Tiene forma de espiral y unos flagelos o “pelitos” que le permiten moverse y agarrarse a la mucosa. 

Helicobacter pylori afecta a la mitad de la población mundial y en España, la proporción es más alta, aproximándose al 60%. 

  • Muchas personas la padecen a lo largo de su vida sin saberlo (sólo provoca síntomas en el 50% de los afectados). Sin embargo, todas las personas infectadas tienen gastritis crónica, aunque no lo sepan. 
  • Las molestias digestivas aparecen cuando la bacteria produce inflamación y lesiona la barrera protectora del estómago. 

Se estima que Helicobacter pylori es la principal causa de las úlceras pépticas y de algunos cánceres de estómago. 

Existen varias cepas de Helicobacter pylori y no todas son igual de agresivas. Por eso, las consecuencias de la infección varían en función de la cepa que se tenga. 

¿Cuáles son los síntomas de la infección?

Algunos síntomas que pueden alertarnos de la presencia de la bacteria son: 

  • Dolor o molestias en la parte superior del abdomen que se vengan padeciendo en las últimas semanas.
  • Sensación de sentirse saciado muy rápidamente, y pesadez. 
  • Cansancio, náuseas, vómitos y falta de apetito. 

¿Cómo se detecta?

Si tu médico sospecha de una infección por Helicobacter pylori puede recomendarte dos tipos de pruebas:

  • Una prueba de aliento o de heces
  • En algunos casos una endoscopia para tomar una muestra de la mucosa gástrica y estudiar si hay Helicobacter pylori, o hacer una biopsia. 

Normalmente el análisis del aliento o de heces es suficiente para el diagnóstico. 

¿Cuál es el tratamiento?

Tu médico valorará el caso y decidirá si conviene darte un tratamiento para erradicar la bacteria. De ser así: 

  • Se suelen combinar dos antibióticos más un inhibidor de la bomba de protones, es decir un medicamento que reduce la cantidad de ácido gástrico que produce el estómago, y bismuto.
  • La duración del tratamiento depende de los medicamentos recetados, pero habitualmente suele ser de unos 10 o 14 días. 
  • Es muy importante que sigas de forma estricta la pauta que te ha recetado tu médico. De lo contrario, se pueden desarrollar resistencias a los medicamentos, que dificultan la erradicación de la bacteria. 

Los efectos secundarios del tratamiento no son muy  frecuentes y si aparecen, suelen ser trastornos o molestias gastrointestinales. 

Al acabar el tratamiento, tu médico te pedirá una prueba para comprobar que se ha eliminado la bacteria. 

El 90% de los pacientes que cumplen bien el tratamiento se curan. 

¿Cómo se contagia?

Helicobacter pylori está presente en la saliva, en las heces y en la placa dental. Por eso, el contagio se puede producir al entrar en contacto directo con la saliva o con material fecal de la persona infectada (por ejemplo, por no lavarse bien las manos después de ir al baño). 

Cuando uno de los miembros de la familia tiene Helicobacter pylori es muy importante extremar las medidas de higiene. Se recomienda, por ejemplo, que la persona afectada guarde aparte sus objetos personales, como el cepillo de dientes, las toallas o su ropa. 

¿Qué papel tiene la dieta?

Al margen del tratamiento médico, es muy importante seguir unas pautas dietéticas adecuadas para aliviar las molestias digestivas. La dieta no cura la infección, pero si no se cuida, podrían agravarse aún más los síntomas y favorecer trastornos más allá de la gastritis. 

Si te han diagnosticado Helicobacter pylori puede que necesites consejo nutricional de un profesional para tu caso concreto. Si quieres que sea yo la profesional que te ayude, puedes reservar una consulta conmigo enviando un email a: consulta@alejandramatamoros.com

Espero que os haya resultado útil y ¡Gracias siempre por leerme!

© 2021. Todos los derechos reservados. | Web desarrollada por valentinallorens design

Categorías
ARTÍCULOS

Menú para bajar el colesterol malo

Menú diario para bajar el colesterol malo

La dieta es fundamental para mantener el colesterol a raya y, aunque tomes medicación, debes cuidar también tu alimentación para controlarlo. Te propongo un menú cardiosaludable y delicioso para ayudarte a bajar tu colesterol malo.

colesterol malo dieta

Introducir a lo largo del día alimentos que contengan nutrientes clave como, omega 3 y fibra, puede ayudarte a bajar tus niveles de colesterol malo. Apunta este menú con efecto anti- colesterol que te encantará.

El desayuno

  • Café con leche desnatada
  • Tostada de pan integral con aceite de oliva y queso de burgos 0%
  • Naranja.

    Los lácteos desnatados aportan la misma cantidad de calcio y proteínas que sus versiones enteras, pero sin la considerable cantidad de grasas saturadas que aumentan el colesterol malo (LDL).

    El pan integral es rico en fibra, que reduce la absorción de colesterol.

    El aceite de oliva virgen contiene ácido oleico y altas dosis de vitamina E, una sustancia antioxidante, que ayudan a subir nuestro colesterol bueno (HDL).

 

La comida

  • Espaguetis integrales al ajillo
  • Pavo al horno con setas
  • Yogur de soja con chocolate negro.

    El ajo contiene alicina, un compuesto que facilita la circulación y ayuda a reducir la hipertensión.

    Las setas son muy beneficiosas para la salud del corazón gracias a su capacidad para fluidificar la sangre y reducir la hipertensión y el colesterol.

    La soja es baja en grasas saturadas y una gran fuente de proteínas. Además, como otras legumbres, destaca por su contenido en fibra y fitoestrógenos que disminuyen el colesterol malo y aumentan el bueno, favorecen la circulación y previenen la trombosis. También nos aporta grasas omega-3.

 

Cena

  • Ensalada verde
  • Salmón al horno con verduras y patata.
  • Mandarinas

    El salmón aporta la misma cantidad de proteínas que la carne, pero su grasa omega-3 ayuda a bajar los triglicéridos y la presión arterial. Completa tu plato con una ración de verduras para añadir un extra de vitaminas.

Si opta por técnicas de cocinado sencillas como la plancha, el vapor o el horno evitarás añadir un exceso de grasa a tus platos, lo que es básico para mantener a raya el colesterol.

Si te ha salido en un análisis el colesterol alto, conviene que acudas a tu médico. Cuanto antes lo bajes, menos riesgos tendrás.

Los medicamentos para bajar el colesterol ayudan, pero además tú tienes que hacer el pequeño esfuerzo de mejorar tu dieta.

El ejercicio físico también es fundamental para mantener en niveles adecuados tu colesterol, ya que favorece la eliminación del colesterol sobrante y dificulta que éste se deposite en las arterias.

Si decides acudir a un profesional para que te ayude con tu dieta y quieres que sea yo la persona que te acompañe, puedes reservar tu consulta PRESENCIAL en Castellón de la Plana u ONLINE desde cualquier parte de España.

 

 

© 2021. Todos los derechos reservados. | Web desarrollada por valentinallorens design